domingo, 16 de enero de 2011

In the mood for Joy

       No sé por qué empeñarse en cambiar la vida a partir de estas fechas, como si no se pudiera hacer un cambio importante el 3 de abril o el 27 de octubre. Pero, por muy tonta que me parezca esta obsesión colectiva por los propósitos de año nuevo y las buenas intenciones, lo cierto es que yo también caigo en ello, y celebro mi caída. Aunque no haya precisamente disfrutado de las fiestas este año, siento una ilusión por empezarlo similar a la que tenía cuando de pequeña estrenaba las libretas y el estuche con lápices de colores cada comienzo de curso.
       Un año más con los días en blanco, con metas nuevas, o viejas pero pendientes. Un año del que espero muchas cosas, ¿demasiadas?, pero fundamentalmente deseo ¡Alegría!. Demasiadas horas de buen comportamiento, de responsabilidad y ceño fruncido. Quiero bailar, gritar, reír hasta llorar... quiero romper límites y barreras, los que yo misma algún día decidí imponerme.

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