Con la cabeza en otro sitio, habiendo perdido todo el interés por la charla y sin saber muy bien qué hacer, empecé a curiosear entre los libros, escogiéndolos al azar, atraída por palabras sueltas en los lomos, por colores, por dibujos. Como no podía ser de otra forma, este paseo me llevó a la zona de los tebeos y las novelas gráficas. Entre otras maravillas, algunas conocidas y otras que han quedado apuntadas en la lista de 'pendientes', me encontré con esta joya. En cuanto empecé a hojearla supe que sus páginas serían mejor consuelo que mis palabras. Supe que te reconocerías, supe que me econtrarías en ese Edén.
Resulta muy grato descubrir que un completo desconocido que vive a 11.000 Km. de ti sabe exactamente cómo te sientes. A veces te parece que eres un bicho raro y que nadie te comprende. A veces parece que por mucho empeño que pongas en tirar en una dirección lo único que consigues es moverte en sentido contrario. A veces se te olvida que eres estupendo y amable.
Gracias a la poesía de Holmberg, un gran abrazo y mi mejor sonrisa conseguimos endulzar un momento amargo, recuperar la esperanza, sentir que no estamos tan solos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario