sábado, 14 de mayo de 2011

Y el premio es para...

       Hace unos días, en una ceremonia de entrega de premios de empresas relacionadas con el turismo, tres de los parlamentos llamaron poderosamente mi atención. En mi opinión los tres eran merecedores de un gran premio. ¿Qué tipo de premio? Eso lo dejo a vuestra elección, como también dejo a vuestro criterio la clasificación final. Yo no me siento capaz de decidir entre los tres de tan estupefacta como me han dejado.

       1ª perla - Un periodista especializado en viajes comenta: "Acabamos de venir de la maravillosa Birmania ahora que todavía no la ha estropeado el turismo". Traducción: La hemos disfrutado antes de que nos la carguemos los aquí reunidos con los negocios que yo me estoy encargando de promocionar.

       2ª perla - Al presentar un premio a una compañía aérea un experto en viajes y turismo justifica esta elección diciendo: "Hago 180 vuelos al año y me encanta dar un premio a una compañía que respeta la cola en la puerta y no nos hace entrar en el avión de atrás hacia adelante". Traducción: resulta que vuelo uno de cada dos días y soy tan torpe como para no haberme dado cuenta de que los embarques son mucho más cómodos y más rápidos cuando se hace de las filas de detrás hacia las de delante y se da preferencia a los niños y los ancianos, que son los que suelen ralentizar el paso de los demás. Además debo de ser de los listos que están 20 minutos haciendo cola frente a la puerta aunque no hayan llamado al vuelo porque, porque, porque... porque teniendo asiento asignado lo único que consigo es impacientarme esperando de pie y entorpeciendo el paso de los otros usuarios del aeropuerto. Y por cierto, con todo lo bueno que se podría decir de la compañía que recibe el premio decir precisamente eso, tiene delito.

        3ª perla - Un periodista y representante de una agrupación del ramo al contestar una pregunta decide hacer un paralelismo con un pasaje de la novela que acaba de terminar de leer. No dice ni el título ni el autor. Escuchándole queda claro que se refiere a 1Q84 de Haruki Murakami, lo extraño es que el sentido que le da a dicho pasaje es el contrario al que tiene en la obra original. En el relato se habla de unos personajes con la capacidad de "oir la voz", siendo esta voz el mandato de unos extraños seres que manipulan a la población. Sin embargo, el periodista nos cuenta que estos personajes oyen y transmiten la voz del pueblo. No sé que explicación dar a este hecho. O bien piensa que todos los asistentes a dicho acto son unos iletrados, que ninguno ha leído las novelas de Murakami a pesar de ser un autor con gran éxito de ventas internacionalmente y de acabar de recibir el XXIII Premi Internacional de Catalunya 2011 y, por lo tanto, piensa que puede tergiversar el texto sin que nadie se dé cuenta (=somos tontos e incultos). O bien no se ha enterado de lo que acaba de leer a pesar de que su herramienta de trabajo es precisamente el lenguaje (=el tonto y el inculto es él).

 

       Una vez expuestos sus méritos, ¿qué os parece? El premio es para...

1 comentario:

  1. ti, por aguantar semejantes comentarios en silencio...eso si que tiene merito, jajajajajaajj

    ResponderEliminar